Ayer, como todos los dias, mientras trabajaba, miraba a través de la ventana hacia el horizonte. A veces me quedo un poco embobado contando colores del cielo. Observando la rápida evolución de la nubes, humos gigantes que se estiran y se encogen caprichosamente.
Ayer, el cielo estaba tipo géminis, no sabía si queria ser sol o nube, si azul o naranja, si gris o blanco.
Así no me extraña que aquí el verano no sea verano.
sábado, 14 de agosto de 2010
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